martes, 4 de diciembre de 2012

Me sobra un acceso a Champions, ¿quién se viene?

Hubo un tiempo en que los puestos de Champions eran plazas reservadas para los peces gordos. Claro que había que peleárlas de todos modos a lo largo de la temporada, pero no dejaba de ser un objetivo asequible -sobre todo para los que siempre ganaban y ganan-. Podría decirse que la configuración del pódium es una de esas predicciones de fácil acierto, y más bien queda definido a priori: Real Madrid, Barcelona y Valencia (hablo de un pasado cercano, en el que hay también excepciones). De hecho, la cosa no ha cambiado mucho. Sin embargo, la cuarta plaza siempre ofrece la emocionante posibilidad de que salte la sorpresa y sea un equipo 'menor' el que irrumpa en Europa. Máxime esta temporada, en la que los habituales 'segundones' se muestran erráticos y habitan la parte media de la tabla.

La cuarta plaza es aquella que te da la oportunidad, a previa eliminatoria, de competir en el mejor torneo de futbol del mundo. Es el acceso hacia el ACCESO. Son un puñado de equipos los que toman tierra en esa posición -algunos fugazmente, otros hasta se encariñan- a lo largo de la competición liguera. Deben ser pocos los equipos de primera división que no hayan pisado nunca esa primera fila en algún momento de su historia -sólo hay que ver las rocambolescas formas que toma la clasificación durante las primeras jornadas de liga-. Aún así, hubo un tiempo en el que esa plaza pareció ser propiedad del relegado Villareal -aunque también del Sevilla, el Atlético, incluso equipos más pequeños como el Málaga, el Betis, el Athletic o el Alavés, aterrizaron alguna vez en esa posición-. Lo de este año ya es otra historia. Por lo pronto, el Atlético parece haberse afianzado en plaza directa después de unos años navegando al pairo, suplantando en ese lugar de la tabla al Valencia y al Sevilla, que siguen sin enlazar victorias -en claro y progresivo declive desde un par de temporadas atrás- y luchan por sacar la cabeza de la media tabla. Y cierto que aún es pronto para postular serios candidatos -entre el cuarto y el doceavo hay cuatro puntos de diferencia-, pero, traspasado un tercio del calendario, equipos como el Betis -que pisa fuerte-, el Getafe o el Valladolid se han cargado de confianza y buenas sensaciones a base de sumar partidos (los béticos y los pucelanos se enfrentan con sendas bestias este fin de semana; tal vez sirva de pista). ¿Quién será el invitado este año?

sábado, 1 de diciembre de 2012

LA RAZA DE LOS DERBIS

El Real Madrid rinde bajo presión. Cuando llegan los momentos decisivos, cuando se abre el telón de las grandes noches de futbol, los merengues focalizan, levantan las orejas, van en serio. En el reverso, llega el Betis, el partido 'trámite', y se relaja. Tal vez se deba a que el Real Madrid es un equipo de esos que gustan de reafirmarse en su pundonor, de los que sabe distinguir cuando es la honra lo que está en juego y cuando, simplemente, hay que jugar para sumar puntos. La prueba está en que los puntos que se ha dejado por el camino han sido contra equipos menores, mientras que los partidos más conflictivos, en los que hubiera sido razonable perder algún punto, ha salido indemne (o casi). ¿Por qué ocurre eso? ¿Subestiman a sus rivales? La impresión es que este equipo se previene más o menos en la medida que el rival representa una mayor o menor amenaza para sus intereses más directos, pero aún más si lo son para su orgullo -hay que recordar que el Real Madrid gana sistemáticamente al Atlético, al margen de su posición en la tabla, y es que en los 'derbis' se libran batallas que trascienden de la cosecha ordinaria de puntos-. Hay partidos que son deudores de la historia y en los que está en juego el prestigio. Ahí hay que dar la cara.

Los grandes derbis se cuecen antes del pitido inicial, en los periódicos, en las ruedas de prensa, en las sesiones de entrenamiento y los vestuarios. Están señalados en rojo en el calendario, y eso significa que, sea cual sea el estado de salud con el que el equipo llegue a ese día, hay que dejarse la piel. Cuando se acerca la fecha de 'el partido', no cabe otra cosa en la que pensar, y entorno a ese acontecimiento se genera una expectación de la que los futbolistas no son ajenos. Y cuando empieza 'el partido', empieza 'el partido'. Reluce en la intensidad, en el ritmo, en la presión, en la concentración. Hoy era uno de esos partidos y el Real Madrid ha salido a morder. Si bien el rival ha resultado ser un cordero con piel de lobo -un inocuo Atlético de Madrid que no ha estado a la altura de la expectativa, muy por debajo del nivel que venía exhibiendo hasta ahora-, el Real Madrid ha salido con otra actitud, con esa bravura suya que tanto temor infunde a sus rivales. Cabe pensar que si esta fuera la constante, el Real Madrid sería un serio rival del Barça para esta Liga. Pero no.